PARLAMENTO DEL NONAGENARIO
(FRAGMENTO)
Me he desorientado, mucho, creo que esta mañana,
sé que la vaca (dehesas)
está pastando, entre dos
balas de heno sé que
rumia, parió una ternera
y siguió pastando
(rumiando) me palpo,
como si nada estas
vacas hacen lo suyo,
al palparme palpé
reconocimiento, creo
que me he tranquilizado,
éste, aquí, de la revuelta
del camino surge una
yunta de bueyes, eso
(creo) me ha tranquilizado,
a qué salí, mejor haberme
quedado dormitando, a
veces trepa un escarabajo
la pared, puedo pasarme
horas siguiendo su
trayectoria, participar
del esfuerzo, dale
escarabajo, ánimo que
la moldura de grecas
está cerca, ¿tengo que
hacer la compra? ¿yo
sé cocinar todavía?
mejor me levanto,
pongo a hervir unas
papas, cachelos con
cebolla roja, se agota
la fuente del aceite,
¿qué palabras relacionar
con el aceite? alcuza,
sin duda, almazara, sin
duda, aún se suscitan
por asociación las
palabras, eso me alivia,
argollas, eslabones
(continuidad) vuelvo
a palparme, enfrente
se alza esa pared de
ladrillos vistos,
junturas mugrientas,
pienso de repente en
Beckett (de paso surge
la imagen de aquel
estudiante so burro
que confundía a
Bécquer con Beckett)
de par en par la ventana,
campos de Castilla,
aromas del alcanfor
en el escapulario que
me puso, creo recordar,
una vez contra el mal
de ojo mi madre, ah
Cuba, Cubita bella,
aroma a yodo, estoy
seguro de haber tenido
una casa que daba a
una cerca cubierta de
madreselvas, una
yunta de bueyes, yo
diría que roja, araba
desde temprano un
maizal (todavía por
Dios lo estoy viendo)
yo miraba, me pasaba
las horas asomado, he
animado in petto a los
bueyes, al boyero, a la
milpa mismísima que
se puso a crecer, fui y
he sido, cómo decirlo,
feliz (pese a estar
desorientado) (¿será la
base de la felicidad?) y
ahora que nadie me
mira, se fija en mí, o
mejor dicho, ahora que
yo no me fijo en nadie,
vivo este lujo luminoso
de vivir desorientado,
caray, es magnífico, y
vaya facha que tengo (...)
****
José Kozer es cubano, pero vive en Estados Unidos desde 1960 (desde que tenía 20 años de edad) y es Premio de Poesía Iberoamericana Pablo Neruda, además de una de las voces más renombradas de la creación en lengua española. Ha publicado medio centenar de poemarios, es traductor y, además, uno de los editores de Medusario, publicado por RIL editores, junto a Roberto Echavarren, y Jacobo Sefami.
***
Disponible: 10,40 euros
(FRAGMENTO)
Me he desorientado, mucho, creo que esta mañana,
sé que la vaca (dehesas)
está pastando, entre dos
balas de heno sé que
rumia, parió una ternera
y siguió pastando
(rumiando) me palpo,
como si nada estas
vacas hacen lo suyo,
al palparme palpé
reconocimiento, creo
que me he tranquilizado,
éste, aquí, de la revuelta
del camino surge una
yunta de bueyes, eso
(creo) me ha tranquilizado,
a qué salí, mejor haberme
quedado dormitando, a
veces trepa un escarabajo
la pared, puedo pasarme
horas siguiendo su
trayectoria, participar
del esfuerzo, dale
escarabajo, ánimo que
la moldura de grecas
está cerca, ¿tengo que
hacer la compra? ¿yo
sé cocinar todavía?
mejor me levanto,
pongo a hervir unas
papas, cachelos con
cebolla roja, se agota
la fuente del aceite,
¿qué palabras relacionar
con el aceite? alcuza,
sin duda, almazara, sin
duda, aún se suscitan
por asociación las
palabras, eso me alivia,
argollas, eslabones
(continuidad) vuelvo
a palparme, enfrente
se alza esa pared de
ladrillos vistos,
junturas mugrientas,
pienso de repente en
Beckett (de paso surge
la imagen de aquel
estudiante so burro
que confundía a
Bécquer con Beckett)
de par en par la ventana,
campos de Castilla,
aromas del alcanfor
en el escapulario que
me puso, creo recordar,
una vez contra el mal
de ojo mi madre, ah
Cuba, Cubita bella,
aroma a yodo, estoy
seguro de haber tenido
una casa que daba a
una cerca cubierta de
madreselvas, una
yunta de bueyes, yo
diría que roja, araba
desde temprano un
maizal (todavía por
Dios lo estoy viendo)
yo miraba, me pasaba
las horas asomado, he
animado in petto a los
bueyes, al boyero, a la
milpa mismísima que
se puso a crecer, fui y
he sido, cómo decirlo,
feliz (pese a estar
desorientado) (¿será la
base de la felicidad?) y
ahora que nadie me
mira, se fija en mí, o
mejor dicho, ahora que
yo no me fijo en nadie,
vivo este lujo luminoso
de vivir desorientado,
caray, es magnífico, y
vaya facha que tengo (...)
****
José Kozer es cubano, pero vive en Estados Unidos desde 1960 (desde que tenía 20 años de edad) y es Premio de Poesía Iberoamericana Pablo Neruda, además de una de las voces más renombradas de la creación en lengua española. Ha publicado medio centenar de poemarios, es traductor y, además, uno de los editores de Medusario, publicado por RIL editores, junto a Roberto Echavarren, y Jacobo Sefami.
***
Disponible: 10,40 euros